La rápida propagación de COVID-19 y sus impactos se han convertido rápidamente en uno de los mayores miedos invisibles del mundo. Este virus ha afectado de manera global y por lo tanto, conlleva a fuertes efectos negativos tanto en la salud como en la economía.
La tendencia actual en las conversaciones es sobre cómo adaptarnos a este fenómeno tan desconocido, lo único que queda claro, tanto para las organizaciones como para las personas, es el entorno incierto actual y del futuro. Muchos empleados están bajo el esquema de “Home Office” por primera vez en sus carreras, independientemente de si les gusta o no. Muchos padres están aprendiendo a ayudar a sus hijos en edad escolar a través del aprendizaje electrónico mientras que otros padres buscan equilibrar su trabajo con las necesidades de cuidado infantil. Sin embargo, todo el mundo está preocupado por el efecto que la pandemia por COVID-19 podría tener en sus seres queridos.
Los líderes organizacionales están preocupados por su gente y sus resultados. Esta situación se volvió en una prueba de capacidad de liderazgo. Es cierto, el cambio ha llegado rápidamente pero como líderes organizacionales debemos trabajar para liderar lo desconocido, el miedo y los desafíos que se presenten.
A la luz del contexto global actual, Saville Assessment, Willis Towers Watson pensó que valía la pena compartir la información que tiene para que los líderes sepan manejarse y conducir a su gente frente a la incertidumbre:
1. La flexibilidad es clave
Nuestras investigaciones muestran que los líderes que son optimistas, reciben/dan retroalimentaciones y aceptan la incertidumbre, son vistos como precursores y ejemplo para adaptarse a estos tiempos inciertos.
Es fundamental liderar con positividad y mostrar a los empleados que, si bien nuestro mundo puede estar enfrentado una crisis, debemos ser capaces de manejar de buena forma la ambigüedad y la incertidumbre para poder superarla efectivamente.
Es por esto, que se requieren líderes que sepan adaptarse al cambio y que incluso, creen equipos de trabajo para soportar la operación durante este periodo.
Algunas áreas en las cuales los líderes deben centrarse son:
- Apoyar para que todos puedan trabajar remotamente.
- Promover la integración de la vida actual en el trabajo y la vida familiar.
- Centrándose en el bienestar y seguridad de sus colaboradores.
- Creando micrositios donde se pueda acceder fácilmente a la información relativa al COVID-19 y comunicar medidas que la empresa está tomando.
2. Sus empleados quieren ser escuchados y saber de ti
Es fundamental en tiempos de incertidumbre que los empleados vean a sus líderes no como “héroes”, sino como humanos reales que también entienden el miedo. Nadie espera que los líderes tengan todas las respuestas, sólo que sean abiertos y comunicativos. Es por esto que un simple “gracias– entiendo que es un momento difícil”, puede ser la mejor respuesta y crear cohesión interna.
Los empleados no están esperando largas juntas virtuales semanales, pero sí quieren saber que, si es necesario, existe una política de puertas abiertas “virtuales”. Los líderes deben asegurarse de escuchar, mostrar preocupación y cuidar el bienestar de sus empleados de todos los niveles organizacionales. Así como un CEO puede escribirle un correo electrónico a toda la organización sobre la postura frente a la situación, se puede esperar de él, que participe en una junta para ayudar en un tema en particular.
3. Se necesita empatía
Para la gran mayoría de los empleados que estaban acostumbrados a trabajar en una oficina, su vida diaria se ha modificado. La forma en que llevan a cabo el trabajo, interactúan con los demás o incluso dejan de trabajar para comenzar el tiempo en familia ahora ha cambiado, y de manera abrupta. Muchos padres que trabajan ahora están teniendo que hacerlo de manera remota, mientras que al mismo tiempo cuidan a los niños o ayudan con adultos mayores, están en llamadas, conferencias y deben entregar resultados en el trabajo.
La mayoría de los empleados le temen a la incertidumbre, además de que tuvieron que adaptarse rápidamente a un nuevo estilo de vida en cuestión de días. Necesitan saber que sus líderes se preocupan por ellos y continuarán poniendo la seguridad y la salud de sus empleados por encima de todo. Los líderes empáticos son aquellos que se preocupan por escuchar y tienen como objetivo entender realmente lo que está pasando y cómo se están sintiendo. Los verdaderos líderes se preocupan por ti, por tu familia y por la sociedad. Durante esta pandemia del COVID-19, el enfoque debe estar totalmente centrado en las personas.
4. No estás solo
Entre más alto sea el nivel jerárquico de una persona en la organización, a veces escuchamos la frase “es solitario en la parte superior”, lo que puede implicar que estos líderes sientan que son los únicos que llevan tanto estrés y responsabilidades. Sin embargo, con el COVID-19 todos hemos sido afectados; desde estudiantes en el sistema educativo hasta los ancianos.
Es necesario recordarles que no están solos y que todos están aprendiendo a lidiar con la situación. Incluso para muchos es la primera vez que trabajan de manera remota así como sus empleados. Aunado a que la mayoría está haciendo malabares para lograr integrar su vida laboral y su familiar.
Si bien las decisiones organizativas y los factores estresantes no han desaparecido, han surgido nuevos factores estresantes que los líderes están experimentando por esta pandemia. A pesar del origen, la religión, la ubicación o cualquier otro factor que nos haga únicos y quiénes somos, se debe recalcar que todos estamos atravesando esta situación y que no es sencillo para ninguno.
En este tiempo de cambio sin precedentes, lo que se siente como un desafío puede convertirse rápidamente en una oportunidad. Los líderes que se centran en sus colaboradores, están abiertos al cambio y son empáticos, comenzarán a salir de esta crisis y liderar con el ejemplo.
Será un excelente ejercicio de análisis el identificar a todos los líderes que fueron forjados a través de estos tiempos de incertidumbre.
Fuente: Saville Assessment, Leading through uncertainty
