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¿Cómo lograr que mi empresa me desarrolle profesionalmente?

    Mejorar nuestras habilidades y enfrentarnos a nuevas ideas no solo nos hace mejores en nuestra área de trabajo, también nos hace más felices y aumenta nuestro compromiso con la empresa. Sin embargo, encontrar el tiempo y los recursos necesarios para el desarrollo profesional puede resultar difícil con un empleo de tiempo completo. Algunas personas trabajan en empresas con horarios flexibles pero otros cuentan con horarios firmemente establecidos, entonces ¿cómo podemos hablar con nuestro jefe sobre nuestro desarrollo profesional?

1. Identifica cómo quieres aprender y crecer.

Si aún no tienes una idea clara de lo que quieres desarrollar, dedica un tiempo a definir exactamente las competencias que te hacen falta. ¿Deseas desarrollar habilidades de inteligencia emocional para ser un mejor líder empresarial? ¿Te interesa capacitarte en un software? Reserva un período de tiempo específico, como una noche o incluso una semana, para explorar ideas y descubrir qué te atrae. Apunta lo que quieras aprender y cómo crecerás a partir de la experiencia que has identificado. Las investigaciones demuestran que el propio acto físico de escribir tiene un efecto neurológico que indica a la corteza cerebral que debe “despertar y prestar atención”. La escritura estimula un grupo de células en el cerebro que forman el llamado Sistema de Activación Reticular que desempeña un papel clave para ser más consciente y estar más alerta. Cuanto más puedas escribir, más conscientes y reales serán tus ideas.

2. Asume la responsabilidad.

Puede que tengas la sensación de que desarrollar una habilidad subdesarrollada significa que careces de una competencia o tienes una debilidad concreta. Eso no es así. En lugar de avergonzarse o ponerse nervioso por pedir este tiempo, considéralo como parte de su compromiso de convertirse en un mejor líder. Si no estás dispuesto a verlo como una acción de crecimiento para ti y para tu empresa, no puedes esperar que otros te respalden.

3. Estructura una visión

Pregúntate: “¿En quién me convertiré como resultado de esta inversión de tiempo y recursos?” Se claro y descriptivo. Mantén una redacción en primera persona. Lograrlo en una única frase sería ideal. Use adjetivos descriptivos. ¿Conseguirás ser más comprometido, influyente o atento? Las proyecciones son una excelente manera de orientarse y evitar desviarse antes, durante y después de su esfuerzo de desarrollo.

4. Conecta tus metas o resultados a lo que la empresa necesita.

Para que tu jefe, equipo o empresa apoye su desarrollo, debes conectar lo que obtendrás con los objetivos de la empresa. Pregúntate:

  • ¿Hay problemas en el trabajo que podrías resolver mejor como resultado de esta capacitación? ¿De qué manera se beneficiará la empresa si mejora su desempeño, habilidades o conocimiento?
  • ¿Qué habilidades o conocimientos específicos de tu capacitación o experiencia podrás compartir con tu jefe, equipo o empresa?
  • ¿Podrías proporcionar un resumen (verbal o visual) basado en lo que aprendiste o cómo piensas aplicarlo al trabajo o en su carrera?

5. Preparación y práctica.

El siguiente paso es prepararse para la reunión. Reflexiona: ¿cuáles son el peor y el mejor de los posibles resultados? Anticipa las preguntas o inquietudes de tu jefe. Nadie es despedido por ampliar sus horizontes. Muchas veces nuestro miedo nos frena a la hora de negociar, y perdemos la oportunidad de explorar alternativas, o peor aún, de recibir un sí.

Haz una lista de lo que es negociable: cosas como el tiempo, el presupuesto y la actividad. ¿Es posible el reembolso parcial o total? ¿Puede evitar usar días de vacaciones?

6. Haga su petición. Cuando estés listo para sentarte con tu jefe, no lo hagas de sorpresa, planea una reunión con tiempo. Si se está poniendo al día sobre cómo les ha ido el fin de semana o sus planes para esa tarde, comparte la clase que llamó su atención y por qué te importa personalmente. Mejor aún, comparte cómo cree que podrías ayudarlo a ser un mejor empleado. Entonces puedes planificar más tiempo para discutirlo más a fondo. Comparte tu visión y objetivos. Se claro sobre qué es exactamente lo que estás pidiendo. Cuando termine la conversación, considera hacer un seguimiento por escrito, subrayando cómo la formación podría beneficiarles a ti y a tu jefe, equipo o empresa.

Hay tres resultados probables: recibir lo que has pedido, recibir una parte de lo que pediste o recibir un rotundo “no”. Al seguir estos pasos, aumentará las posibilidades de obtener un resultado favorable, pero eso no siempre será el caso. Incluso si no obtienes lo que pediste, comienza a pensar en la forma en la que podrías modificar tu petición en el futuro. Dedicar el tiempo a formar una solicitud lógica y cuidadosa puede resultar gratificante en sí mismo porque aporta claridad sobre lo que realmente necesitas. Y estarás contribuyendo, tal vez incluso provocando, a una cultura corporativa que ayuda a las personas a aprender y crecer de maneras más allá de lo que tradicionalmente se hace.

Rachael O’Meara, Harvard Business Review

 

 

 

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