Antes de la crisis actual, las organizaciones y su gente han estado operando en entornos que cambian con frecuencia, pero el nivel de cambio ante esta contingencia no tiene precedentes. El impacto a largo plazo sigue siendo impredecible y difícil de determinar. Por lo tanto, entender qué comportamientos pueden ayudar a los líderes y sus equipos a navegar el cambio es clave para garantizar el éxito en estos tiempos de rápida transformación.
En las últimas semanas, todos nos hemos tenido que adaptar de distintas maneras, lo que ha impactado en la forma “natural” que hacíamos las cosas. Hubo cambios en el lugar en el que trabajamos, la forma en que trabajamos, así como en la redefinición y distribución del tiempo entre trabajo/familia. Esto nos llevó a cuestionar qué comportamientos están más asociados con ser eficaces en tiempos de cambio y analizamos nuestra base de datos para vincular estos comportamientos con el rendimiento en el trabajo.
Los comportamientos directamente vinculados a adaptarse al cambio son: ser positivos, ser receptivos a la retroalimentación y ser flexibles, pero ¿qué otros comportamientos nos permiten ser eficaces en el manejo del cambio?
En tiempos de cambios continuos, proporcionar liderazgo en nuestros empleados es fundamental. Es más probable que posean un liderazgo eficaz aquellas personas que son capaces de tomar decisiones, dar dirección clara, motivar y alentar a los demás. Sin duda, estarán entre aquellos que pueden manejar eficazmente el cambio y ayudarán en lo que puedan a la organización en la medida de lo posible.
Las personas que toman medidas, aprovechan las oportunidades y persiguen metas, tienden a ser aquellas que pueden impulsar mejor el éxito independientemente de la situación que se les presente
Por lo tanto, cuando las cosas tienen que cambiar, estas personas no esperan pasivamente a que las cosas sucedan, sino que se cuestionan y buscan hacer las cosas de manera diferente.
Son expertos en encontrar distintas maneras de adaptarse y de mantener a las personas motivadas. Es por esto, que es imprescindible identificar a las personas que demuestren eficazmente estos comportamientos e involucrarnos para guiar a otros en nuevas iniciativas que sean necesarias para la organización y que se resuelvan los problemas más eficazmente.
No es sorpresa que se destaque a la resiliencia como una competencia necesaria para ajustarse bien al cambio. Si usted tiene un líder y/o trabajadores que muestran compostura y transmiten confianza en sí mismos, entonces es probable que su presencia, aunque remotamente, sea beneficiosa para otros que puedan estar encontrando la situación actual particularmente difícil.
Comunicarse regularmente y mantenerse en contacto, tanto con los empleados y la cadena de suministro, incide en la manera en que se le hace frente al cambio y que se pueden implementar nuevos procesos de manera más eficiente. Los líderes y las personas que son convincentes y buenos comunicando, garantizarán que la información se comparta con éxito a toda la organización.
También es importante considerar a aquellos que fácilmente construyen relaciones con otros para que ayuden a compartir mensajes positivos y mantener la moral alta.
El cambio rápido requiere un alto grado de conocimiento y visión. Las organizaciones deben estar seguras de que los nuevos procesos que se implementan sean rápidamente eficaces y para esto, se requiere un alto grado de expertise.
Por esa razón, aquellos que exhiben los comportamientos necesarios para investigar eficazmente los problemas serán necesarios para comprender cómo estos nuevos procesos pueden ser mejor implementados, mejorados y adaptados para encontrar nuevas formas de trabajar.
Si bien no hay duda de que a todo el mundo le resulta difícil la situación actual, vale la pena analizar datos para entender por qué algunas personas pueden estar encontrándola particularmente difícil y por lo tanto requieren una mayor cantidad de apoyo.
A los individuos más analíticos normalmente se les dificulta sobrellevar estas situaciones por más tiempo. La manera en que las personas llevan a cabo sus funciones impacta en la manera en que se ajustan a los cambios. Algunas personas prefieren seguir procedimientos y tener plazos fijos. Cuando repentinamente son desafiados por cambios, encontrarán mucho más difícil que otros adaptar su estilo de trabajo.
Las personas que naturalmente tienden a ser más solidarias en sus comportamientos, proporcionan comprensión a los demás y están enfocadas en el trabajo en equipo (pero no necesariamente tienen un rol de liderazgo o consecución de objetivos), se les puede dificultar adaptarse al trabajo vía remota. Así mismo, suelen ser pasados por alto cuando se trata de identificar quién puede necesitar recibir apoyo porque son las primeras que buscan ayudar.
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Fuente: Saville Assessment.