Matthew Cauldwell– Consultor Senior– 12 de Octubre de 2021 - Cortesía Willis TowerWatson
“La nueva normalidad”, “el regreso post pandemia”, “el gran retorno al trabajo”.
Como quieras llamarlo, la gran mayoría de las compañías están buscando retomar los planes de crecimiento que tenían antes de la pandemia. En términos de talento, esto significa el reclutamiento por fin se está reactivando.
Hay mucha presión para los departamentos de adquisición de talento en términos de cumplir metas de reclutamiento y cerrar los gaps que se hayan generado durante la pandemia. A pesar de esto, el propósito fundamental, un reclutamiento adecuado –contratar a las personas correctas para los puestos correctos- nunca ha sido más importante.
Nuevas investigaciones en esta área sugieren que uno de cada cuatro directores admiten haber reclutado al candidato equivocado para un puesto y cerca de dos tercios de los directores entrevistados comentan que el impacto negativo de estas contrataciones es más severo ahora de lo que pudo haber sido hace un año [1].
Esto podría atribuirse al cambio a home office o trabajo remoto, y el efecto que esto ha tenido en las prácticas de onboarding (o inducción); toma más tiempo detectar a un colaborador con mal desempeño y dejarlo ir.
Puede también estar relacionado con los cambios de adquisición de talento que implicaron utilizar prácticas de reclutamiento totalmente virtuales, lo que facilitó una mayor cantidad de decisiones erróneas detonadas por las nuevas prácticas y procesos. En Saville, hemos incluso escuchado historias de algunas compañías en las que, por completo abandonaron el uso de Assessment obligatorios que habían tenido en práctica hasta antes de la pandemia (como por ejemplo algunos tests en línea), ¡sólo para cumplir con la demanda y llenar las posiciones más rápidamente!
Pero, ¿exactamente cuánto cuesta una mala contratación?
Por una “mala contratación” nos referimos a alguien que deja la organización poco tiempo después de ser contratado, ya sea que se le desvincule por mal desempeño o porque él o ella no se haya sentido cómodo o apto para desempeñarse adecuadamente en el puesto.
Las investigaciones líderes en esta área estiman que la pérdida de un empleado que gana $714k pesos al año supone, en promedio, un impacto negativo de $874,000 pesos [2]. Perder a 5 colaboradores en un año, supone un costo aproximado de $4,282,000 pesos.
Mientras más alto sea el salario, más complejo es el puesto y más tiempo tardarás en detectar un mal desempeño, por lo tanto el costo de una mala contratación será más alto. Esto se vuelve evidente cuando divides en partes más pequeñas como se calcula este costo.
Costo de la pérdida de oportunidad
Este es el costo de contratar a una persona de bajo desempeño en lugar de a una persona de desempeño óptimo. Esto se compone en gran medida del diferencial negativo en la productividad individual durante el tiempo que la persona con bajo desempeño trabaja para la compañía. Sin embargo, en casos más severos, esto también puede impactar en la productividad del equipo, ya que los miembros del equipo pueden requerir dar apoyo adicional o encargarse de proyectos que no les correspondían para solventar el mal desempeño.
Costos administrativos o de logística
Este es el costo de desvincular a una persona de bajo desempeño de la organización y tener que contratar a alguien nuevo para el puesto. Esto incluye procesos de RRHH necesarios para desvincular a alguien, costos asociados con anunciar y atraer a un nuevo pool de candidatos para la vacante y el costo en tiempo para RRHH y los encargados de contrataciones de tener que correr un nuevo proceso de reclutamiento.
Desfase al desempeño óptimo
Este es el costo de llevar a tu nueva contratación hacia el desempeño óptimo. Usualmente esto tarda al menos un par de meses, pero para roles más complejos, puede ser incluso un año o hasta más. El costo incluye todo el onboarding (inducción), apoyo y entrenamiento que una nueva contratación requiere, sin mencionar, que la productividad de ese individuo no será óptima durante todo este tiempo.
No hay una fórmula perfecta para calcular el costo adicional de una mala contratación, pero lo mencionado anteriormente debe dejarte qué pensar cuando hablamos de un costo estimado al tomar una decisión de contratación.
¿Cómo podemos reducir los costos?
La respuesta es fácil. Reduciendo la cantidad de malas contrataciones que realizas. La prevención es la panacea. En el ejemplo anterior, si solamente haces una mala contratación, en lugar de cinco, te ahorrarías más de $3,418,000 pesos.
Sin embargo, es un juego de manejo de riesgos; nadie puede ofrecer una barita mágica que garantice que nunca más volverás a hacer una mala contratación, pero ciertamente, hay cosas que puedes hacer para reducirla probabilidad de hacerlo. Extrapola esto en el tiempo y harás menos malas contrataciones, por ende, reducirás costos.
Entonces, ¿Cómo manejamos el riesgo?
Asegura un proceso de reclutamiento de alta validez
Utiliza métodos de evaluación que tengan detrás una amplia gama de estudios e investigación, demostrando que predicen desempeño en el trabajo.
Al indagar en literatura más amplia [3][4], los “absolutamente necesarios”
deberán incluir:
Estos métodos no solo son altamente predictivos, sino que también –cuando son usados de manera apropiada- pueden mitigar los sesgos humanos, que son las causas más comunes para las decisiones incorrectas de contratación y sus impactos negativos. No creerías cuantas malas decisiones de contratación se llevan a cabo durante una “conversación con un café”.
No te apresures
Las demandas de contratación pueden ser inmensas, pero no quieras saltarte pasos para poder cumplirlas. El costo de tomar una mala decisión usualmente es mucho más alto que dejar el puesto vacante por unas semanas más. Si realmente estás sufriendo, considera contratar personal temporal para llenar la vacante. Esto será menos caro que hacer una mala contratación de tiempo completo.
Detecta como se ve lo “bueno”
Y, por supuesto, como se ve lo “malo”. Si tienes una idea clara de los atributos que estás buscando y puedes medirlos de manera adecuada, podrás detectar una mala contratación más rápido. Esto puede ser temprano en el proceso de reclutamiento o –en el caso de una de esas inevitables malas contrataciones- temprano en su gestión del puesto, permitiéndote hacerte cargo de la situación de manera más rápida.
Fuentes:
[1] Robert Half. (2021). The Higher Cost of a Bad Hire.
[2] Oxford Economics. (2014). The Cost of Brain Drain. Understanding the financial impact of
staff turnover.
[3] Schmidt, F. L., Oh, I. S., & Shaffer, J. A. (2016). The Validity and Utility of Selection
Methods in Personnel Psychology: Practical and Theoretical Implications of 100 Years of
Research Findings. Fox School of Business Research Paper, 1-74.
[4] Saville, P., MacIver, R., Kurz, R., Hopton, T. (2008). Project Epsom: How Valid Is Your
Questionnaire?
¿Qué puede hacer Saville Assessment para ayudar?
Hemos ayudado a un sin número de compañías de todos tamaños y tipos a profesionalizar sus procesos de reclutamiento con evaluaciones probadas y confiables. Nos hacemos socios de los equipos de adquisición de talento, empoderándolos con herramientas que reducen grandemente el riesgo de hacer malas contrataciones. También traemos nuestro expertise y experiencia, retando a tus gerentes de contratación a pensar dos veces antes de tomar una decisión de a quién contratar y el potencial daño colectivo que le podrían causar a la compañía al no contratar al mejor candidato.
Conocemos el deber ser del reclutamiento, y también lo que se debe evitar, y podemos ayudarte a solucionar cualquier problema que se pudiera presentar con tus prácticas actuales. Lo que sea que quieras lograr, ya sea contrataciones de mejor calidad, promover la diversidad, equidad e inclusión, reducir los tiempos de contratación, ofrecer a los candidatos una mejor experiencia o reducir costos por errores de contratación, tenemos soluciones que pueden ayudarte.