Es difícil no mostrar emociones durante una conversación tensa de trabajo. Cuando existe la posibilidad de renunciar a un punto de vista, un desacuerdo puede sentirse como una amenaza. Saber que se tiene la razón e incluso el poder en una situación difícil, preparará nuestro sistema nervioso para una posible discusión.
Ninguna situación incómoda nos hará sentir en el estado de ánimo necesario para resolver un conflicto. Si nuestro cuerpo está en una situación tensa perderá el acceso a la corteza pre frontal del cerebro, que es nuestra parte racional, pero tomar decisiones racionales es precisamente lo que necesitamos durante un conversación difícil. Cuando se pierde la capacidad de pensar con claridad mostramos signos de estrés y al mostrar estas emociones contagiamos a la persona con la que estamos intentando tener una conversación.
No detenernos en una situación tensa podría traer resultados negativos, tanto personales como profesionales. Afortunadamente es posible interrumpir las respuestas físicas; administrar nuestras emociones y tener una discusión constructiva. Hay muchas cosas que podemos hacer para mantener la calma durante una conversación difícil en el trabajo. Ten presente los siguientes 5 puntos y comienza a construir conversaciones constructivas en tu compañía.
Lo más simple se puede convertir en algo determinante en una situación difícil. Concentrarse en la respiración al momento de sentirnos tensos, enfocándonos en la sensación de entrada y salida de aire en nuestros pulmones, quitará nuestra atención de los signos físicos de enojo y nos ayudará a mantenernos enfocados en el objetivo de la conversación. Algunos expertos sugieren contar la respiración, inhalando y exhalando contando hasta seis.
Quedarnos totalmente quietos cuando estamos teniendo una conversación difícil hará que las emociones se acumulen en lugar de disiparse. Los expertos dicen que ponerse de pie y caminar un poco ayudará a activar la parte racional de tu cerebro. Durante una conversación donde no puedas moverte lo suficiente puedes hacer cosas pequeñas, como estirar tus manos, cruzar tus dedos, cruzar tus piernas o poner tus pies en el suelo. Los expertos en Mindfulness llaman estas acciones “anclaje” y recomiendan ponerlas en práctica en cualquier situación estresante.
Intenta repetir una frase o unas palabras que te ayuden a tranquilizarte o te recuerden tu potencial. Amy Jen Su, gerente de Paravis Partners y coautora del libro “Own the Room”, recomienda encontrar una frase que se pueda repetir o recordar en momentos difíciles para mantener la calma. Al leer libros o algún artículo en internet encontramos palabras que nos hacen sentido, frases que nos dan una idea de cómo hacer mejor las cosas y ser mejores personas. Recordar estas frases podría ayudarnos a estar consientes de nuestras reacciones en una conversación de trabajo complicada
Susan David, autora del libro “Emotional Agility”, habla sobre la atención que le damos a nuestros pensamientos y sentimientos en una situación difícil. Cuando nuestra mente está llena de emociones es difícil identificar y examinar lo que estamos sintiendo, por lo que es importante etiquetar las emociones que las situaciones o personas nos hacen sentir. Al saber qué es lo que nos enoja o nos frustra en el trabajo ponemos un espacio entre nuestras emociones y nosotros mismos por lo que es más fácil dejar ir nuestros sentimientos y no explotar.
Cuanto más tiempo tomes procesando tus emociones estas serán menos intensas. Cuando una situación en el trabajo se comienza a complicar es recomendable buscar una excusa rápida para cambiar el momento; ir por una taza de café, tomar agua o ir al baño podrían ayudarte a pensar las cosas dos veces. Asegúrate de hacer esta pauta en el momento indicado y dar una razón empática del porque estás deteniendo la conversación.
Ten en cuenta que no eres el único que está molesto y que compartir estos consejos con tu contraparte en el momento de la discusión no es la mejor idea. Deja que la otra persona se desahogue, aunque se escuche fácil sabemos lo difícil que es, por lo que es importante estar siempre preparados para una conversación complicada. Recuerda que si no alimentas las emociones negativas de tu contraparte es probable que este se calme y puedan llegar a un acuerdo rápidamente.
Las discusiones o momentos difíciles en el trabajo son una realidad, por lo que aprender a sobrellevarlas es responsabilidad de todos. Pon en práctica estas cinco tácticas y compártelas con tus compañeros, mantener un buen ambiente de trabajo se verá reflejado en el cumplimiento exitoso de tus metas organizacionales.